En este artículo hablaré de la experiencia de una ¿futura diseñadora gráfica freelance?… Una servidora, en el arduo camino de la reinserción al mercado laboral y de las puertas que se abren y se cierran en torno a ello.
Éste tema da para mucho, pero tengo la firme voluntad de ser lo más concisa posible. Hace algún tiempo que mi cabeza está llena de «¿Porqués? y me gustaría exponer mi montaña de dudas.
Casi todos los días, rondan mi cabeza un sinfín de preguntas:
Mis porqués.
¿Porqué se presupone que la vida laboral de una persona está finalizada a los 40 años, si los diseñadores gráficos podemos jubilarnos a los 65 de media?
No lo veo…
Os aseguro que casi nadie hace un parón en su vida laboral de forma voluntaria, por lo menos en mi caso no fue así. Somos personas, y a veces la vida nos golpea con un buen revés. Nuestro tiempo pasa a ser para otros y nuestra elección deja de serlo, porque en ese instante sólo tienes una opción. Por circunstancias, te resulta imposible conciliar nada, ni con leyes en la mano ni buscando alternativas. Pierdes la capacidad de decidir si trabajas o no porque tienes una de las denominadas «fuerzas de causa mayor«.
Pasa la tormenta, vuelves a ser dueña de tu tiempo y quieres hacer lo que has hecho siempre, trabajar. Es entonces cuando te encuentras con un muro infranqueable de despropósitos absurdos.
¿Porqué se presupone que no tienes las mismas ganas de pasar a la acción de cuando eras más joven? Lo siento, Discrepo…
Creo que nunca he estado más ansiosa por crear, más madura en mi trabajo, más formada, más experta y lo que es más importante, con más ganas de trabajar. Pero, aún así, no encajas en los perfiles más demandados hoy en día de las ofertas de empleo, casi todas con un marcado condicionante entorno a la edad.
Se necesitan: «becarios para diseño gráfico», «diseñador gráfico Junior», «diseñador gráfico en prácticas», «Ayudante diseñador gráfico» y un largo etcétera. Parece que nos asusta incorporar a la plantilla a una persona con trayectoria profesional . ¿Será, tal vez, que habrá que ofrecerle unas condiciones laborales medianamente aceptables? ¿o que no ofrecerá el aspecto joven y dinámico que conforma la apariencia de nuestra empresa? No entiendo lo de joven pero con «x» años de experiencia. A trabajar bien se suele aprender trabajando. El recorrido profesional no son sólo años de la persona, sino muchas horas enfrentándose a resolver eficazmente los proyectos que se le plantean.
¿Porqué se nos piden cosas ilógicas a los diseñadores gráficos?
A un mecánico de coches no se le pide que sepa reparar aviones, ni a un informático se le exige que sepa ilustrar o maquetar ¿porqué a nosotros nos piden cosas ilógicas? ¿Alguien me puede explicar qué tiene que ver hacer una gestión eficaz de las redes sociales con manejar las herramientas de Adobe? Si yo no tengo una formación complementaria sería imposible llevar esa tarea a cabo. He puesto ese ejemplo pero podría decir muchos más… Se nos pide conocer lenguajes de programación, saber además de diseñar la web, hacer la gestión del SEO, tener conocimientos en marketing digital, saber hacer campañas … ¿Eso es normal?, no sé…no lo veo …
Pero bueno, servidora, que es bastante exigente y tiene muchísimas ganas de seguir aprendiendo, se recicla y se forma en materias que nunca han sido de su competencia. Porque, que se entere todo el mundo, la edad es un número y no condiciona las ganas de seguir enriqueciendo más tu red de conocimientos.Con las responsabilidades que ya tienes atribuidas y sobrellevas como puedes, tu familia hace un esfuerzo extra y te ayuda en la tarea de formarte. Haces tus cursos y vives «volando» de un sitio a otro, para conseguir llegar a todo y a todos. Te sientes cansada, pero satisfecha porque sientes que estás haciendo todo lo que está en tu mano para conseguir un empleo.
Pero la cosa empieza a complicarse cuando te diriges al mercado laboral y los mejores expertos en recursos humanos te dicen que tu mejor salida laboral, sin duda alguna es hacerte diseñadora gráfica freelance.
-Pero, ¡si trabajas muy bien!, tus trabajos tienen algo diferente, Tienes un porfolio muy bueno, haces poesía gráfica, un valor añadido, seguro que encuentras clientes y así puedes «ir tirando»… Ya verás… , todo es empezar, mujer… Y te explican las bondades que tiene ser dueño de tu tiempo y no dar explicaciones… Y bla bla… Mientras tú estás pensando por dentro ¿de verdad piensas que es tan maravilloso cuando tu lenguaje no verbal expresa lo contrario? Y siguen hablándote de lo bien que lo haces y de las facilidades que te dan, y tú te muerdes la lengua y piensas que ¿para qué te metes en jardines de tutorías laborales…? – ¡No aprendes!
En resumidas cuentas creo, sin querer ser pretenciosa, que no necesito a nadie que sopese mi trabajo porque si algo bueno tiene tener los años que tengo es que he aprendido muchas cosas por el camino, no sólo técnicas y tácticas, también sabes quién eres, qué quieres y sobre todo, tienes muy claro lo que no quieres.
Lo que no me parece justo, es que encontrándote en el punto más óptimo de tu vida y de tu carrera, sólo se considere viable la opción de ser «diseñadora gráfica freelance». Por lo menos me gustaría decidir si de verdad es mi salida profesional y si lo hago, hacerlo de forma meditada, convencida y con las ideas muy estructuradas. Es un trabajo, no es un juego. Existen ventajas y desventajas a la hora de ser freelance y es imprescindible tenerlas claras.
No todo es un camino de rosas, pero tampoco de espinas.
Y ahora, cada cual, que saque sus propias conclusiones.
Muchas gracias. Y si te gusta sígueme en las redes o escríbeme al mail. ¿Quieres?